Ventanas Abiertas

11 MARZO

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“Que todos ellos puedan ser uno, como Tú Padre, estás en Mí, y Yo en Ti.” (Juan 17:21)

¿Qué es, entonces, la unión con Cristo? Es la unión con Él como la Nueva Creación, como el Hombre de la nueva creación; la unión con Él en la Vida, la cual es la vida de la nueva creación por el Espíritu de Vida. ¿Cuál es el significado de esa unión? Que solo por esa unión la obra de Dios puede ser hecha. Lo que lo gobernó a Él, respecto al Padre, nos gobierna a nosotros. Nada puede ser hecho, excepto, en el terreno de esta unión. No es un asunto de acción, o de un proyecto para Dios, a pesar de la buena intención.

Lo que pensamos, que era necesario hacer para la Gloria del Señor, no es el criterio del servicio. Muchas cosas son emprendidas en la mera simplicidad, aunque honesto y sincero, el juicio del corazón, cuando confrontado por lo que es juzgado como algo que se debe hace para Dios, algo requiere hacerse. Una situación trágica, por ejemplo, llama a la acción, tenemos los medios para hacerle frente a la situación, y así nos embarcamos en ello para el Señor. Una vasta variedad de proyectos han sido emprendidos en esa manera, desde esa base, y el Señor Jesús en este capítulo dice, “¡No! ¡No es así! Él no es gobernado por la aparente demanda de una situación. Él no es gobernado por el impacto de cosas en Él Mismo, como un llamado a un compromiso. Con Él, es un asunto de lo que Dios está haciendo en un momento particular. Con un objetivo, Dios hace las cosas diferentes en momentos diferentes, y tiene un énfasis diferente, y aquellos que realmente están unidos a Cristo tienen que ser gobernados por lo que Cristo en un momento particular es Él Mismo proyectado, es darse a Sí Mismo a “Las cosas que Él hace, el Hijo también las hace de igual manera.” Es un asunto de lo que Dios está haciendo, y la vida unida a Él en Cristo para el logro de eso.

Por T. Austin-Sparks. Título original: The Meaning of Divine Life - Capítulo 3