17 MARZO
“Si hemos sido plantados juntamente en la semejanza de Su muerte, así también en la semejanza de Su resurrección.” (Romanos 6:5 KJV)
Les recuerdo que la naturaleza de “ser plantados”, es solo para aquellos que nos son familiares. “Plantados juntamente con Él en la semejanza de Su muerte.” Esa es la palabra del apóstol, “Porque si fuimos plantados juntamente en la semejanza de Su muerte, así también lo seremos en la semejanza de Su resurrección.” El enemigo es el instrumento, tan a menudo, de plantarnos más profundamente en la muerte de Cristo. Sus asaltos, sus ataques, sus acusaciones, todo – sí. El Señor no es la fuente del mal, pero Él lo permite. Muy a menudo nuestros corazones lloran, “¿Por qué el Señor permite esto en nuestras vidas? Eso ha significado un paso tan profundo y oscuro. ¿Por qué el Señor lo permite? Él podría haberlo evitado.”
Bueno, nosotros fuimos plantados por eso en la muerte del Señor Jesús. Fuimos traídos al final de nosotros mismos. Sí, y por lo tanto, para conocer al Señor en una mayor medida como jamás lo habíamos conocido, y para ser llevados a un lugar donde no será tan fácil para el diablo, sacudirnos la próxima vez. Esta es la forma soberana de Dios en las experiencias más profundas de la muerte. “Plantados juntamente en la semejanza de Su muerte.” ¿Ha sido plantado usted ahí inicialmente? ¿Ha sido plantado usted en Cristo crucificado? ¿O es usted uno de esos accesorios adjuntos para algo? ¿Está usted plantado? Y cuando sale una planta, recuerde que la raíz está siendo profundizada, y el punto va a ser con toda seguridad: la resistencia, la estabilidad y la capacidad de soportar, pero, oh, esto existe para ser más fructífero.
Por T. Austin-Sparks. Título original:
Rooted and Grounded