Extractos des mensajes de T. Austin-Sparks
"Lo mejor que yo puedo esperar es que esto abra una ventana,
y que según usted mire a través de ella vea una sola cosa:¡Cuán superior es Jesucristo de todo lo demás!"
- T. Austin-Sparks
29 JULIO
“Pero tenemos este tesoro en vasos de barro, para que la excelencia del poder sea de Dios, y no de nosotros.” (2 Corintios 4:7)
Todo el propósito de Dios, todo lo que Dios diseñó para nosotros en ese otro lado de la cruz en unión con Cristo resucitado y exaltado, demanda quebrantamiento, completo quebrantamiento en todos los interesados. No sólo el quebrantamiento de sus imágenes y esperanzas externas, sino un quebrantamiento interno. “Pero tenemos este tesoro en vasos de barro, para que la excelencia del poder sea de Dios, y no de nosotros”. El yo quebrantado, vasijas quebrantadas para la eterna plenitud celestial.
La cruz es necesaria para nuestro quebrantamiento. No es un apunte agradable, lo sé, pero debe ser dicho con toda fidelidad. Esta es la palabra del Señor para nosotros, que si nosotros no somos quebrantados por la cruz, si no hemos pasado por una experiencia de real quebrantamiento bajo la mano de Dios, todo lo que el Señor significa en nosotros y a través de nosotros será suspendido, será imposible. Si la cruz significa algo, significa que es el camino a la gloria y a la plenitud celestial, que es el camino al quebrantamiento interior. Permítame ser muy preciso, porque conozco diferentes tipos de quebrantamiento. Conozco el quebrantamiento de las desilusiones, o de las esperanzas y expectativas frustradas. Pero yo estoy hablando del quebrantamiento del yo, de la fuerza del yo que se aferra a su posición y territorio y que no los deja ir. Ese es el tipo de quebrantamiento, de esa fuerza del yo, ya sea en lo intelectual y mental, emocional o en la voluntad. Esa fuerza de la vida natural tiene ser quebrantada, tan cierto como el tendón del muslo de Jacob tuvo que ser tocado y atrofiado. Algo como eso tiene que suceder en nosotros para que lo llevemos por el resto de nuestros días. Dios ha hecho algo en el ámbito de nuestro yo, y somos hombres y mujeres quebrantados en lo que se refiere a la auto-suficiencia, auto-afirmación, auto-confianza y cualquier otra forma del yo. Así debe ser.
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