Ventanas Abiertas

6 AGOSTO

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“Cristo en vosotros, la esperanza de gloria.” (Colosenses 1:27)

¿Qué significa esto? No es que me presente ante Dios, diciendo: "He tenido motivos puros, he sido muy honesto, serio y concienzudo, y mis intenciones han sido de lo mejor." ¡Dejemos de hablar tonterías! ¡Es una total locura hablar así! Nosotros no nos conocemos. Sólo Dios conoce la verdad sobre nosotros. El punto es que me di cuenta de que la Cruz del Señor Jesús fue el rompimiento y mi final bueno y malo, ¡así que yo no tengo nada delante del Señor! Soy tan capaz de lo peor como es cualquier otro ser en la creación de Dios. Para cualquiera que tome la actitud de que no es capaz de lo peor, es una actitud de la más profunda decepción. No conocemos el poder en nuestro ser, hasta que no estemos en alguna situación. Si nunca hemos cometido lo peor, es porque nunca hemos estado ahí, y es por la misericordia de Dios, solo por eso. El Señor pone Su dedo en esto, en principio, cuando dice: "El que odia a su hermano es un asesino." Es el mismo espíritu. Sólo tienes que extender eso, provocar la ira suficiente, poner esa naturaleza en ciertas circunstancias, y usted descubrirá que es capaz de hacer cosas, de las cuales se hubiera apartado con sumo horror en un santiamén.

Usted y yo tenemos que rendirnos delante de Dios y reconocer que somos capaces de lo peor, y no permanecer de pie en el terreno de nuestro derecho. El único justo es Cristo desde la perspectiva de Dios. El único seguro es Cristo, y por lo tanto el único que permanece ante los ojos de Dios es Cristo, y es cuando usted y yo, en todo el quebrantamiento, en la fragilidad, en una consciencia de debilidad y de humildad de nuestro propio ser, nos aferramos a Cristo por la fe, para encontrar la salida, la liberación, la salvación. Tenemos que mirar detrás de las palabras de Dios, para ver cosas más grandes, que lo que indican las palabras en la superficie. "Pero miraré a aquel que es pobre y humilde de espíritu, y que tiembla a mi palabra." (Isaías 66:2). Esta declaración encarna todo lo que estamos diciendo. ¿A quién mirará Él? A aquel que nunca dice: "Yo estoy en lo correcto", sino a aquel que dice, "Yo puedo ser tan injusto como un hombre o una mujer es injusto, no hay nada de lo que yo no sea capaz; mi único fundamento es Cristo, ¡así me ayude Dios!, Cristo es mi tierra".

Por T. Austin-Sparks. Título original: The Church of the Firstborn – Capítulo 1