Extractos des mensajes de T. Austin-Sparks
"Lo mejor que yo puedo esperar es que esto abra una ventana,
y que según usted mire a través de ella vea una sola cosa:¡Cuán superior es Jesucristo de todo lo demás!"
- T. Austin-Sparks
3 JUNIO
“...a los que conforme a su propósito son llamados.” (Romanos 8:28)
La vasija escogida se convierte en el instrumento de la sabiduría divina, lo cual sorprende a la vasija misma. Tarde o temprano esa vasija escogida se llena de una pregunta: “¿Por qué me escogió Dios? ¿Por qué me llamó para esta obra? Él debió haber escogido a alguien más, en vez de haberme escogido a mí. Yo soy el más inadecuado para este tipo de vida y este tipo de obra”. Ese fue el caso de Moisés. Cuando Dios lo estaba enviando a Egipto dijo: “¡Te lo ruego, Señor! Envía a cualquier otro” (Éxodo 4:13, NTV). Cuando Dios escogió a Jeremías éste le dijo: “¡No puedo hablar por ti! ¡Soy demasiado joven!” (Jeremías 1:6, NTV). Un profeta, cuya única misión era hablar, sentía que era lo único que no podía hacer. La escogencia divina es algo muy extraordinario, y no siempre es lo que nos gustaría o lo que habríamos elegido como llamado de Dios.
Cuando somos jóvenes tenemos, tal vez, la gran idea de estar en la obra del Señor y saltamos a ella con mucho entusiasmo, como si pudiéramos hacerla, pero cuando nos hacemos mayores sentimos más agudamente nuestra dependencia. Es entonces que descubrimos que naturalmente no somos aptos para ello, y muchas de las vasijas escogidas de Dios han tenido que mantenerse en la obra por el propio poder de Dios. Verá, la propia soberanía de Dios está en Su elección, y el punto es este: No se trata de la vasija, sino del propósito por el cual la vasija ha sido elegida. ¿Qué es lo que nos une como cristianos? Ahora, escuche lo siguiente: No es la salvación ni la redención, lo que nos une es el poder de Dios en la salvación y en la redención. Es la consciencia común de todos los creyentes, de que ellos existen para un propósito y que Dios los ha salvado con un gran propósito en perspectiva. ¡Esto es algo muy importante que debemos recordar! Puede que todos seamos salvos, y sin embargo, que estemos divididos. Puede que todos seamos redimidos por la preciosa sangre de Jesús, y sin embargo, permanezcamos como unidades individuales. ¡Pero vea cuánto poder unificador hay en todos, al sentir que son llamados para un propósito! Ellos son unidos por una visión en común.
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