Extractos des mensajes de T. Austin-Sparks
"Lo mejor que yo puedo esperar es que esto abra una ventana,
y que según usted mire a través de ella vea una sola cosa:¡Cuán superior es Jesucristo de todo lo demás!"
- T. Austin-Sparks
19 JUNIO
“Ahora está turbada mi alma; ¿y qué diré? ¿Padre, sálvame de esta hora? Mas para esto he llegado a esta hora.” (Juan 12:27)
Hay un único propósito que lo comprende todo, lo abarca todo y lo gobierna todo, con el que Dios se ha comprometido mediante la creación, la redención y la unión. Ese propósito es la conformación de la raza a la imagen de Su Hijo. Este es el principal fin y el principal bien del hombre. ¿Qué persona más satisfecha o “feliz” hay, aún en medio del sufrimiento y la pena, que la persona, él o ella, más perfecta en paciencia, amor, fe y los otros “frutos del Espíritu”? Si nuestras peticiones con respecto a cosas fueran concedidas, y nos quedáramos siendo la misma persona, sin cambio en disposición y naturaleza, no pasaría mucho tiempo antes de que estuviéramos en la misma condición infeliz acerca de otras cosas. Existe una cualidad que en sí misma, es más duradera que las circunstancias y reina por encima de ellas. Algunas de las personas más radiantes han sido las más grandes sufrientes de enfermedades, pobreza y otras formas de adversidades, mientras que los más “privilegiados” son a menudo los más descontentos.
La solución al problema del sufrimiento no radica en ser filosófico, ni es una resignación fatalista: “Esta es mi suerte, supongo que debo aceptarla”. No está en la supresión pasiva o activa del deseo. Está muy lejos de la autocompasión, amargura, cinismo, envidia y del resto de la miserable familia de “vagabundos y responsables del desierto”. Tenemos que dejar ir la ocasión particular de nuestro problema, y primero reconocer y luego abrazar con todo nuestro corazón, el hecho de que en la aflicción reside el inmenso potencial eterno del incremento de la imagen del Hijo de Dios, lo cual es el único y solamente el único carácter y única naturaleza del reino eterno. Tenemos demasiado visualizado que el “cielo” es geográfico y placentero, sin darle suficiente peso al hecho de la naturaleza que es inculcada y perfeccionada.
Preservando los deseos de T. Austin-Sparks con respecto a que se debe entregar libremente lo que libremente se ha recibido y se reproduzca palabra por palabra, si eliges compartir los escritos con otros, te pedimos que, por favor, los ofrezcas libremente: sin costo, sin pedir nada a cambio, enteramente libres de cualquier cambios, y siempre con esta declaración incluida.