Extractos des mensajes de T. Austin-Sparks
"Lo mejor que yo puedo esperar es que esto abra una ventana,
y que según usted mire a través de ella vea una sola cosa:¡Cuán superior es Jesucristo de todo lo demás!"
- T. Austin-Sparks
27 JUNIO
“Pido en oración que, de sus gloriosos e inagotables recursos, los fortalezca con poder en el ser interior por medio de su Espíritu.” (Efesios 3:16 NTV)
La fortaleza del pueblo del Señor no es otra que la fortaleza del Espíritu Santo en el hombre interior. Justo en el mismo centro del ser, más profundo que el pensamiento o la razón, más profundo que las emociones o los sentimientos, más profundo que todo lo que comprende el hombre exterior, que en determinadas circunstancias, puede ser débil e incapaz de enfrentar la situación. En las variaciones de la vida de nuestra alma, los cambios de nuestro estado de ánimo, nuestras ideas, nuestras actitudes, nuestros sentimientos, nuestros pensamientos, a mayor profundidad, está esa fortaleza que no nos deja ir. Esa es la verdadera naturaleza de la espiritualidad; no la convicción tremendamente contundente de nuestro intelecto o el gran poder de nuestra voluntad. Cuando estos no pueden hacerle frente a condiciones de intenso antagonismo espiritual, oposición y perplejidad, está eso más interno, justo en el hombre interior, eso que es de Dios: El Espíritu Santo. “...fortalecidos con poder en el hombre interior por su Espíritu”.
Pruébalo y el resultado será, que cuando la mente esté desconcertada por la perplejidad de una situación, todos los argumentos estén en dirección de un error cometido, se haya tomado un curso equivocado, todo sea falso...cuando todos los sentimientos estén revueltos, inquietos, ansiosos y temerosos, o cuando no haya sentimientos del todo porque están petrificados por la posición...cuando todas las circunstancias argumenten en dirección opuesta a la que nosotros en los más puros momentos de relación con Dios determinó...cuando el mundo que nos rodea, nos rodea muy cerca, incluso dentro de la esfera de nuestra propia vida natural, de nuestra propia vida del alma y sea un misterio inexplicable, ENTONCES, la espiritualidad será demostrada por esa fortaleza interior que permanece, que es firme cuando no podemos avanzar, que sostiene cuando no podemos hacer nada, que queda cuando todas las fuerzas están tratando de tumbarnos. Eso representa una medida de espiritualidad, esa es la verdadera naturaleza del hijo de Dios. Lo contrario es ser llevado por argumentos, razonamientos, apariencias, circunstancias y toda clase de cosas. Eso demuestra una falta de verdadera espiritualidad. En una frase, la verdadera espiritualidad no es vivir en el exterior, es vivir con Dios en lo más profundo de nuestro propio ser interior, donde está el Espíritu.
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