Extractos des mensajes de T. Austin-Sparks
"Lo mejor que yo puedo esperar es que esto abra una ventana,
y que según usted mire a través de ella vea una sola cosa:¡Cuán superior es Jesucristo de todo lo demás!"
- T. Austin-Sparks
18 JULIO
“Vosotros corríais bien; ¿quién os estorbó para no obedecer a la verdad? (Gálatas 5:7)
Algo había roto e interrumpido el correr de ellos en la carrera espiritual. Esto era extremadamente grave y perturbó a Pablo en lo más profundo de su ser. Parecía que en el caso de los gálatas existía de nuevo el hombre natural, pero esta vez en el ámbito de las emociones naturales. Ellos parecen haber sido de esa constitución temperamental que corresponde a la semilla que cayó en el suelo poco profundo, en la parábola del sembrador. La semilla fue recibida rápida y formalmente, pero no llegó a producir cosecha. Hay gente que comienza con entusiasmo este viaje y hace un gran revuelo al respecto, pero luego no sigue con constancia. Estos gálatas eran así, ellos dieron una tremenda respuesta, proclamaron ruidosamente su devoción, y luego, muy rápidamente se salieron de la carrera. ¿Por qué? Porque vivían en sus emociones, en sus sentimientos, y estos eran variables. Esto bien puede ser un asunto de temperamento, pero de hecho, algo de tal característica puede ser hallada en la mayoría de nosotros. Nosotros respondemos a un llamado, caemos bajo el poder de una gran emoción, y luego aflojamos. En palabras del Señor Jesús: “...pues al venir la aflicción o la persecución por causa de la palabra, luego tropieza” (Mateo 13:21).
Es claro que si usted y yo vamos a perseverar hasta el final, tendremos que tener un poder mayor que el de nuestra vida emocional natural. La única esperanza es que para nosotros sea verdad, como fue para Pablo: “Porque el amor de Cristo constriñe...” (2 Corintios 5:14). Hay una gran diferencia entre lo natural y lo espiritual, en lo que se refiere a la energía del amor. La palabra traducida como “constreñir”, es la misma que se usa en Lucas 22:63 acerca del arresto de Jesús: “Y los hombres que custodiaban a Jesús...” Entonces, el amor de Cristo debería sostenernos o agarrarnos, conquistar nuestras emociones naturales mediante el gran poder del Espíritu.
Si no sabemos nada del poderoso asir del amor de Cristo, nunca avanzaremos directo hacia el final de esta tremenda carrera. Después de todo, es el amor de Cristo el que dirige hacia la plenitud de Cristo. Si finalmente llegamos a esa plenitud, sólo es por el agarre y sostén del poder de Su amor.
Preservando los deseos de T. Austin-Sparks con respecto a que se debe entregar libremente lo que libremente se ha recibido y se reproduzca palabra por palabra, si eliges compartir los escritos con otros, te pedimos que, por favor, los ofrezcas libremente: sin costo, sin pedir nada a cambio, enteramente libres de cualquier cambios, y siempre con esta declaración incluida.