Ventanas Abiertas

11 AGOSTO

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“Lo dilatado de su imperio y la paz no tendrá fin.” (Isaías 9:7)

Todo lo que tiene que ver con la realización del propósito de Dios al crear al hombre, este mundo y su universo, es una cuestión de conocer a Dios en Cristo, que por supuesto, significa conocer a Cristo. Cada aspecto y detalle de la voluntad de Dios, del camino de Dios y del fin último de Dios, es conocer al Señor Jesús. Todo el progreso, como toda la vida, se basa en conocerlo a Él. La vida cristiana se entiende aquí como un continuo crecimiento, desarrollo y progreso, pero que solo tiene lugar cuando llegamos a conocer más, y más aún, el significado del Señor Jesús. Este progreso no se detiene cuando abandonamos este mundo, y cuando el tiempo da lugar a la eternidad: "Lo dilatado de su reino no tendrá fin." El estancamiento no es signo de Vida, y la Vida siempre se manifestará en nuevas y maravillosas formas. Por lo tanto, el conocimiento de Cristo el cual será, en el tiempo y en la eternidad, el secreto del crecimiento y del progreso, continuará en el cielo, y tomará toda la eternidad para agotarlo.

Viéndolo a Él que es tan grande, tan inmenso, tan polifacético, no podemos verlo, excepto desde una perspectiva a la vez; hay que moverse alrededor para verlo desde todos los ángulos. Y en este momento sólo estamos mirando al Señor Jesús desde uno de los muchos ángulos o puntos de vista, el cual es este aspecto particular de Su significado: que Él, en Su Persona y en Su obra, está relacionado a un eterno y celestial orden. Él mismo, en Su maravillosa y compleja Persona, es la encarnación misma de todos los principios y leyes de un gran orden celestial. Cuando todo se conforma a Cristo y tiene el carácter de Él, será un todo glorioso, armonioso, perfecto en unidad, exactamente una unidad gloriosa. Sólo he abierto una ventana para que a través de ella usted pueda ver un universo.

Por T. Austin-Sparks. Título original: Divine Order – In Christ – Capítulo 3