Extractos des mensajes de T. Austin-Sparks
"Lo mejor que yo puedo esperar es que esto abra una ventana,
y que según usted mire a través de ella vea una sola cosa:¡Cuán superior es Jesucristo de todo lo demás!"
- T. Austin-Sparks
16 AGOSTO
“Toda la plenitud de la Divinidad habita en forma corporal en Cristo; y en Él, que es la cabeza de todo poder y autoridad, ustedes han recibido esa plenitud.” (Colosenses 2:9-10 NVI)
¡Oh!, esas sugerencias sutiles que están siendo susurradas en nuestros oídos - que si nos damos por vencidos en esto vamos a perder, la vida va a ser más pobres, vamos a ser reducidos hasta que no nos quede nada. ¡Es una mentira! Esto es lo que contrarresta el gran pensamiento de Dios para nosotros. El pensamiento de Dios para nosotros es ese UNO, nada menos que Su Hijo Jesucristo, en quien toda la plenitud de la Deidad habita en forma corporal, debe ser nuestra plenitud. ¡Toda la plenitud de Dios en Cristo por nosotros! Usted nunca gana al rechazarlo. Si usted no va por todo el camino con el Señor, la vida será mucho menos de lo que debe ser. Lo que se obtiene en materia de nuestra consagración al Señor, nuestro abandono total y completo a Él en nuestra vida, y nuestra completo corte con todo que no es del Señor, se obtiene en el campo del servicio. Esta carne se ama a sí misma en la obra cristiana, y nos dice que si vamos a depender del Señor vamos a tener momentos de ansiedad. Pero una vida dependiente de Dios puede ser una vida de festejo continuo. Es allí donde se hacen descubrimientos que son una maravilla constante.
Usted puede estar casi muerto en un minuto y en el siguiente el Señor le da algo que hacer y queda muy avivado, depende de él para cada aspiración que usted da al respirar. Así se llega a conocer al Señor. Luego, después de esa experiencia, donde estaba tan indefenso y casi muerto por un tiempo, debe recordar que el Señor hizo algo. Luego lo hace de nuevo, y así la vida se convierte en un festejo; incluso nadie diría que está dependiendo del Señor para su propio aliento. Es una bendición saber lo que el Señor está haciendo, cuando no podía hacerlo en absoluto; esto es humanamente imposible, por supuesto, ¡pero el Señor lo está haciendo!
Preservando los deseos de T. Austin-Sparks con respecto a que se debe entregar libremente lo que libremente se ha recibido y se reproduzca palabra por palabra, si eliges compartir los escritos con otros, te pedimos que, por favor, los ofrezcas libremente: sin costo, sin pedir nada a cambio, enteramente libres de cualquier cambios, y siempre con esta declaración incluida.