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Ventanas Abiertas

Extractos des mensajes de T. Austin-Sparks



"Lo mejor que yo puedo esperar es que esto abra una ventana, y que según usted mire a través de ella vea una sola cosa:¡Cuán superior es Jesucristo de todo lo demás!" 
- T. Austin-Sparks

23 AGOSTO


“Pido también que los ojos de vuestro corazón sean iluminados, para que sepáis la esperanza a que él os ha llamado.” (Efesios 1:18 NVI)

Esta es una visión de la enorme importancia de Jesús en el orden eterno y universal. Con los apóstoles esta visión fue posterior a los días de la asociación física. Durante los cuarenta días después de Su resurrección fue como el amanecer de un nuevo día. En primer lugar, esos indicios, eran como cuando la luz incierta simplemente pasa por encima de los cielos, para luego, con rayos más firmes y seguros, apuntar al Día de Pentecostés, como cuando el sol apareció en toda su gloria en el horizonte, disipando la última sombra de incertidumbre. Ese día Lo vieron como a través de un cielo abierto. El misterio del pasado se desvaneció. La Biblia quedó abierta como un libro nuevo. Ellos Lo vieron a la luz de la eternidad. Empezaron a ver que, Él era tanto el glorificado, y el personal Hijo de Dios, como la misma encarnación de un gran y enorme orden y sistema celestial y espiritual. Esta visión era absolutamente revolucionaria. Era una crisis de la que nació un nuevo mundo y una nueva creación. Fiel a este principio fundamental, toda esa gran revelación, que se ha extendido a través de los siglos por medio del apóstol Pablo, tuvo su origen a partir de la crisis descrita por él como "Le plació a Dios... revelar a su Hijo en mí" (Gálatas 1:16). "Lo recibí... por revelación de Jesucristo" (versículo 12). Todas las implicaciones eran una crisis; el contenido completo era una revelación progresiva y cada vez mayor.

Si bien hubo algún testimonio inicial, los apóstoles no lo formularon en una conferencia, en una empresa, en una misión, con todos los arreglos relacionados a una organización. La nueva Vida tuvo que dejar la vieja vestimenta, y el nuevo organismo se vistió con un nuevo ropaje interno. La fuerza, la energía y el impulso interno del Espíritu Santo, produjo una forma, un orden, un pensamiento, no planeado por ellos, pero siempre para su propia sorpresa. Lo que estaba ocurriendo era realmente que Cristo estaba tomando forma en su interior, individualmente y corporativamente, por el nuevo nacimiento y el crecimiento. Los creyentes y las asociaciones se estaban convirtiendo en una expresión de Cristo.




Por T. Austin-Sparks. Título original: Conforme a Cristo– Capítulo 1

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