Extractos des mensajes de T. Austin-Sparks
"Lo mejor que yo puedo esperar es que esto abra una ventana,
y que según usted mire a través de ella vea una sola cosa:¡Cuán superior es Jesucristo de todo lo demás!"
- T. Austin-Sparks
4 ENERO
“Las palabras “una vez más” indican la remoción de las cosas que pueden ser sacudidas – esto es, las cosas creadas – para que lo que no pueda ser sacudido permanezca.” (Hebreos 12:27)
En la destrucción de Jerusalén – que es lo que la Carta a los Hebreos señala – toda la tierra se sacudió en lo que al Judaísmo se refiere. El Templo como el punto de enfoque de todo ese mundo, se estrelló contra el suelo. El sacerdocio, reunido en el orden del Sumo Sacerdote, murió. El servicio al Templo terminó, y la nación dejó de ser un pueblo integrado, unificado. ¡Estas eran las cosas susceptibles a la remoción! Y sin embargo, ¡cuánto tiempo permanecieron de pie! ¡Cuánta fuerza resistieron! ¡Cuánta confianza había de que nunca dejarían de ser! ¡Cuánta seguridad se tenía, de que Dios estaba obligado a que todo aquello nunca sería destruido ni dejaría de ser! ¡Cómo lucharon y se aferraron a ello hasta un extremo terrible!
Pero fue en vano. Dios no quería más la estructura ni el sistema terrenal, que había tomado tanto espacio, y energía, y costo, antes de que lo espiritual realmente fuera alcanzado. El porcentaje del valor espiritual era tan pequeño después de todo, y los intereses espirituales profanos hasta ahora, a lo largo de los oscuros caminos de la maquinaria religiosa y la tradición, ¡no valían la pena! No se había contacto con el auténtico requisito Divino, y había demasiado estorbo; y por eso tenía que desaparecer, y, en vez de preservarlo, Dios mismo lo sacudió. Lo que quedó después de la remoción fue solo esto, y esto únicamente: Cristo de una manera espiritual y celestial; Cristo en el cielo, y aquí por Su Espíritu, el punto de encuentro, o la ocasión de reunión; Cristo en el cielo el Sumo Sacerdote y el Sacrificio; el orden de la casa de Dios, aquí, puramente espiritual y celestial – no formal, ni organizado, ni impuesto, ni imitado o material. El orden crece de la Vida y esta Vida es divina, sin obstáculos, el orden Divino será espontáneo.
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