Extractos des mensajes de T. Austin-Sparks
"Lo mejor que yo puedo esperar es que esto abra una ventana,
y que según usted mire a través de ella vea una sola cosa:¡Cuán superior es Jesucristo de todo lo demás!"
- T. Austin-Sparks
5 ENERO
“Y lo que hubiere escapado, volverá a echar raíz abajo, y dará fruto arriba.” (Isaías 37:31)
El Señor debe tener algo que no pueda ser arrastrado, que no pueda ser removido, que no pueda ser sacudido, y que, definitivamente, no pueda ser desarraigado. ¡Su remante! Debe tenerlo para Su propia gloria. Siendo así, tomará todas las medidas con Su remante, para tenerlos “según su género”, echando raíces descendentes, y por supuesto, dando frutos ascendentes. Nosotros hablamos mucho acerca del aspecto ascendente de las cosas (vida en los cielos, sentados en los cielos, guerra, obra) y de la fecundidad de nuestra vida en unión con el Señor. Ella solo es posible, en la medida que nuestras raíces estén descendiendo. Para que eso pueda ser así, tenemos que entrar en un lugar inconmovible, donde las raíces hallen tal agarre, que nada pueda conmoverlas. Yo creo que eso explica mucho lo que el Señor está haciendo con Su pueblo espiritual en estos días.
Es cierto que los verdaderos hijos de Dios están atravesando un tiempo de intensa prueba espiritual en estos días. ¡En todo lugar es así! ¿Por qué? Porque el Señor debe tener algo contra lo que el infierno sea impotente, y mediante lo cual, le demuestre al universo el poder de su fuerza que hace que se pongan de pie y soporten, “...y habiendo acabado todo, estén firmes.” (Efesios 6:13). Si alguien preguntara: “¿Cuál es el estado de la iglesia en esta época?” Yo respondería: “Está firme”. ¡Y eso es decir algo formidable! Usted podría decir: “¡Oh! Eso limita mucho las cosas, ¿no espera usted mucho más que eso? ¿Progreso, avance, movimientos arrasadores?” La iglesia está firme, porque en su firmeza está su victoria. Cuando todo está soplando a nuestro alrededor como una tormenta de nieve, cuanto todo está oscuro y misterioso, y hasta Dios parece lejano e irreal, cuando la fe es probada y estamos siendo atacados por la derecha y por la izquierda, y hay muchas razones externas
para movernos, rendirnos, derrumbarnos, entregarnos, bajar nuestro estándar, solo estar firme y no ser movidos en la fe es la más grande victoria posible. Estamos pasando a través de experiencias profundas, el enemigo lo está haciendo y el Señor no se lo está impidiendo, pero estamos llegando a un conocimiento más completo del poder de nuestro Dios y a un arraigamiento más profundo, más allá de toda sacudida previa. El Señor está buscando tener un pueblo que no pueda ser sacudido, contra lo que el infierno con todas sus demostraciones, arrogancia y orgullo, sea impotente. Y el remante “...volverá a echar raíz abajo”. ¡Eso es lo que el Señor necesita!
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