Extractos des mensajes de T. Austin-Sparks
"Lo mejor que yo puedo esperar es que esto abra una ventana,
y que según usted mire a través de ella vea una sola cosa:¡Cuán superior es Jesucristo de todo lo demás!"
- T. Austin-Sparks
29 FEBRERO
“Yo soy la vid, vosotros los pámpanos; el que permanece en mí, y yo en él, éste lleva mucho fruto; porque separados de mí nada podéis hacer. El que en mí no permanece, será echado fuera como pámpano, y se secará; y los recogen, y los echan en el fuego, y arden.” (Juan 15:5-6)
Tome un ramo de flores, un ramo de rosas o cualquier otro tipo de flor. Ellas son de la misma especie y tienen la misma vida en ellas. Esto es una congregación, ¡no un cuerpo! La diferencia entre un ramo de flores, donde todas son iguales, con flores donde todas comparten la misma vida, raíz y planta, es muy grande. Deme la rosa, la raíz, la planta o el arbusto y ¿qué tengo? Bueno, voy a tener esta diferencia: el ramo de flores tiene vida, pero esta vida llega hasta un momento y termina, porque nunca va a ir más allá; pero por otro lado deme una planta o arbusto ¡y crecerá! Puede pasar a través de un ataque de la muerte por una temporada, pero el año que viene va a volver otra vez y habrá más, y luego otra experiencia de muerte y resurrección, y de nuevo habrá más, todo en la misma planta. Este es un cuerpo, un organismo ¡y no un ramo! Y esta es la diferencia entre una congregación, muchos cristianos, unidades que se unen a unidades, y, un organismo espiritual, una expresión local del Cuerpo de Cristo; y es el cuerpo el propósito de Dios y no una congregación, un ramo de flores.
Pero, ¡El pueblo del Señor es un montón como el ramo de flores! Es cierto que todos son de la misma especie: son cristianos, hijos de Dios, compartiendo la misma vida, pero ¡oh! no están allí como un organismo, en un lugar, con el incremento de Dios, pasando a través de convulsiones de muerte y de resurrección, creciendo espiritualmente. Sí, pertenecen al Señor y a la misma vida, todos ellos son hijos de Dios, pero llegan hasta cierto punto y nunca van más allá de eso. Esto es cierto. He tenido la experiencia suficiente para estar seguro de que esto es verdad. Por desgracia, muchos de ellos no quieren ir más lejos, y muchos de ellos se resisten a la idea de que se necesita ir más allá. Sin embargo ese no es el pensamiento de Dios. El pensamiento de Dios es: la raíz y la planta en su conjunto, un organismo vivo aquí y allá, como la representación y expresión de Cristo mismo. La planta crece y se incrementa; el montón simplemente llega y luego se detiene.
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