Ventanas Abiertas

1 MARZO

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“Abriré las ventanas de los cielos, y derramaré sobre vosotros bendición hasta que sobreabunde.” (Malaquías 3:10)

Hay muchas oraciones y solicitudes que se hacen, bajo la presión de un avivamiento. Si el Espíritu de Dios ignora o trasciende esas señales del sistema cristiano, y las toma como si contara muy poco, (y el Espíritu Santo nunca se compromete con lo que no es realmente de vital importancia para Dios), ¿no significa esto que Él llama a una reconsideración de lo mucho que se obtiene? Los días de mayor poder e impacto espiritual de la Iglesia, fueron días en que las formas eclesiásticas, la arquitectura y el ritual eran nulos, y el Señor Mismo era todo. Para alejarse de las cosas menores, necesitamos una visitación poderosa del Espíritu de Dios; esto y solo esto, lo hará. La mayoría de las personas están de acuerdo con esto, y hemos oído mucho de lo dicho a lo largo de esta línea. Lo que siempre nos ha dejado perplejos es, que mientras las cosas de este tipo han sido repetidamente y fuertemente declaradas, las implicaciones, parece, que nunca se han registrado con suficiente fuerza como para que resulten en ajustes prácticos. Así que, por otro lado, si seriamente encaramos las cosas que el Espíritu de Dios ha descartado una y otra vez cuando Él ha abierto Su camino, ¿no se habría abierto un camino para un más alto, pleno, eficaz y permanente nivel de vida espiritual?

¿No es la reforma una parte esencial del avivamiento? ¿No llama el Señor a ciertos ajustes drásticos antes de que Él pueda “abrir las ventanas de los cielos”? Cada vez y dondequiera, para una nueva revelación de Él Mismo - Su propósito y método - el Señor ha asegurado a los que se han mudado al terreno de Cristo, solo y en plenitud, un encuentro con un gran y doloroso costo. Por lo general han sido sus propios hermanos en Cristo, quienes lo han exigido. ¿Qué tan difícil es para el cristianismo organizado creer que algo realmente de valor pueda continuar sin maquinaria, publicidad, y todo el marco de trabajo organizado? ¿No sería mejor detenerse y considerar si la más poderosa y fructífera obra en la naturaleza y gracia de Dios, no es hecha en lo oculto, en el silencio y discreción, y en muchos casos, llevada a cabo antes de que alguien lo sepa? ¿Qué de la resurrección de la naturaleza en cada época de primavera? La ley de la mayor obra de Dios es la bilógica; la ley de la Vida, es orgánica.

Por T. Austin-Sparks. Título original: The Release of the Lord - Capítulo 7