Extractos des mensajes de T. Austin-Sparks
"Lo mejor que yo puedo esperar es que esto abra una ventana,
y que según usted mire a través de ella vea una sola cosa:¡Cuán superior es Jesucristo de todo lo demás!"
- T. Austin-Sparks
22 JUNIO
“No me elegisteis vosotros a mí, sino que yo os elegí a vosotros, y os he puesto para que vayáis y llevéis fruto, y vuestro fruto permanezca...” (Juan 15:16)
La nueva creación está en Cristo. No está en usted ni está en mí, y nunca lo estará. Todo lo que signifique en el tiempo y en la eternidad, será a través de nuestra unión espiritual con Cristo. Toda la plenitud de Dios está en Cristo. Nosotros recibiremos toda esa plenitud y la disfrutaremos cuando obre en nosotros, pero mientras estemos aquí, en el tiempo, será una unión mediante la fe. En la eternidad, donde la recepción de esa plenitud será sin estorbos, la obra de la fe, aunque no su fruto, habrá pasado.
Nosotros nunca seremos absorbidos en Cristo, en el sentido en que lleguemos a ser muchos “cristos”. Aún será Él mismo, el que es glorificado. Nosotros nunca nos glorificaremos a nosotros mismos ni seremos glorificados por otros, como si fuéramos Cristo. Cristo no es como una esencia esparcida, una esencia que se convierte en la constitución de una gran multitud, para que esa multitud se convierta en un Cristo en esencia. Siempre será cierto que Cristo permanece aparte en Su Persona, aunque manifestado en Su gloria y en Su excelencia en los santos, y nosotros seguiremos adorándolo a Él como objetivo, distinto en Su Persona de nosotros mismos.
Es posible que no sea necesario decir lo siguiente, pero es muy importante que reconozcamos que Dios se ha unido en todo con Su Hijo para siempre, que nada será jamás tenido o disfrutado separado de Cristo, y que esta vida presente únicamente es mediante la fe en el Señor Jesús. El objeto de este énfasis es buscar, según el Señor lo permita, la emancipación de nosotros mismos, para que esa ocupación, esa consideración, siempre sea tomada de Su gloria.
Pidámosle al Señor que realmente nos libere de nosotros mismos mediante la revelación, y que nos presente a Su Hijo como la suma total de todo lo que Dios desea y es Su voluntad siempre.
Preservando los deseos de T. Austin-Sparks con respecto a que se debe entregar libremente lo que libremente se ha recibido y se reproduzca palabra por palabra, si eliges compartir los escritos con otros, te pedimos que, por favor, los ofrezcas libremente: sin costo, sin pedir nada a cambio, enteramente libres de cualquier cambios, y siempre con esta declaración incluida.