Extractos des mensajes de T. Austin-Sparks
"Lo mejor que yo puedo esperar es que esto abra una ventana,
y que según usted mire a través de ella vea una sola cosa:¡Cuán superior es Jesucristo de todo lo demás!"
- T. Austin-Sparks
28 DICIEMBRE
“Porque para mí el vivir es Cristo.” (Filipenses 1:21)
Esta es la buena noticia del total cautivador Cristo: Cuando Cristo en verdad cautiva, todo sucede y cualquier cosa puede suceder. Así como lo hizo con Pablo y con estas personas. Cristo simplemente los había cautivado. Ellos no tenían ningún otro pensamiento en la vida que no fuera Cristo. Puede que hayan tenido sus negocios, sus oficios, sus profesiones, sus diferentes modos de vida y ocupaciones en el mundo, pero tenían un pensamiento, preocupación e interés totalmente dominante, Cristo. Cristo descansaba sobre todo. No hay ninguna otra palabra para describirlo. Él sólo los cautivó. Yo veo, estimado amigo, que esto, tan simple como pueda sonar, lo explica todo. Explica a Pablo…explica a estos creyentes, explica el amor mutuo. Resuelve todos sus problemas, aclara todas sus dificultades. ¡¡Esto es lo que nosotros necesitamos!! ¡Si tan sólo usted y yo fuéramos así, si después de todo, realmente estuviéramos cautivados por Cristo! Yo no puedo trasmitirle esto a usted, pero conforme he mirado esta verdad, la he leído y pensado en ella, he sentido moverse algo en mí, algo inexplicable. Después de todo, nueve de cada diez de nuestros problemas pueden ser atribuidos al hecho de que tenemos otros intereses personales que nos influencian, nos gobiernan y nos controlan; otros aspectos de vida diferentes a Cristo. ¡Fuera cierto que Cristo nos ha capturado, cautivado, dominado y convertido en (sí, usaré la palabra) una obsesión, una gloriosa obsesión!
Cuando es así, estamos llenos de gozo. No nos arrepentimos al tener que “renunciar” a las cosas. Estamos llenos de gozo, llenos de victoria. No hay espíritu de derrotismo. Es el gozo del gran triunfo. Es el triunfo de Cristo sobre la vida. Sí, lo ha sido, y como lo ha sido, puede serlo otra vez. Pero esto requiere algo más que sólo una especie de valoración mental. Podemos perder el punto fácilmente. Podemos admirar las palabras, las ideas, caer en una hermosa presentación, pero necesitamos al cautivador para acabar con nosotros mismos, con nuestra reputación, con todo lo que está asociado con nosotros y con nuestra propia gloria, para que el Único que cautiva pueda ser el Único a la vista, el Único con reputación y que nosotros estemos a Sus pies. Este es el evangelio, estas son las buenas nuevas, que cuando Cristo realmente cautiva, el tipo de cosas que están en estas cartas suceden, en verdad suceden. ¿Le pediríamos al Señor esta vida de cautiverio a Su Amado Hijo?
Preservando los deseos de T. Austin-Sparks con respecto a que se debe entregar libremente lo que libremente se ha recibido y se reproduzca palabra por palabra, si eliges compartir los escritos con otros, te pedimos que, por favor, los ofrezcas libremente: sin costo, sin pedir nada a cambio, enteramente libres de cualquier cambios, y siempre con esta declaración incluida.